La neblina sigue cubriendo el castillo y su densidad no ha cambiado, como un reflejo de lo ocurrido en Verium, la visibilidad es limitada, aquí y en todas las casas. Claro que, los dioses no necesitan dormir, comer, cocinar ni calentarse con una maldita chimenea. – ¿Cuánto más vas a tardar? – No mucho. – ¿Cuánto tiempo es eso?, te hice una maldita pregunta cerrada, no pedí aproximados, me respondes ¡cinco minutos!, ¡una hora!, o un maldito ¡no lo sé! Narciso se detiene y voltea a verme, de acuerdo, admitamos que se ve increíble sin camisa y cubierto de sudor frío mientras corta leña, es solo, que últimamente estoy de mal humor y la culpa es de Verium – detesto esto, odio tener frío, odio tener hambre y odio tener sueño, de haber sabido que esto pasaría me habría esperado a mi ascensió

