Seguramente me van a buscar y cuando me encuentren – digo tratando de hacerlo entrar en razón pero me interrumpe No nos van a encontrar – dice Pablo con satisfacción, lo miro aturdida, no tengo idea donde vamos, pero no tengo miedo, la verdad es que todo en mi interior está feliz. *** Pablo ha manejado por más de una hora, he tratado de abrir el auto, pero ha puesto los seguros y no me ha quedado de otra más que mirarlo con enfado. Estaciona el auto frente a una cabaña a las afueras de la ciudad, se baja y abre la puerta para ayudarme a bajar, lo miro con enfado, y sigo cruzada de brazos, Pablo sonríe y se acerca a mí ¿Quieres que te baje cargando? – dice con una sonrisa de lado, lo miro con disgusto y me bajo sin tomar su mano ¿Dónde estamos? – pregunto mirando la casa de madera Mu