Paula. Lo único que ilumina la habitación es la luz de la luna, a penas puedo ver su rostro, pero es mejor que sea de esta forma. Él dice que la protagonista soy yo, entonces esta noche haré lo que quiera y me entregaré al placer que me brinda este dulce y candente sueño erótico. Cierro los ojos y pienso en él sin ropa, abro los ojos y ambos nos encontramos desnudos. Él acaricia mi espalda, bajo para besar sus labios, nos unimos en un besa intenso. Pensé que podría tener miedo, pero no lo tengo. Me siento tan tranquila, se siente bien de vez en cuando tener el control de todo. Quiero darme prisa, ¿y si despierto? Sé que podría perder esta gran oportunidad. Siento su erección entre mis piernas. Agarro su m*****o y lo introduzco en mi sexo. Se siente tan bien, bajo lentamente hasta