Abro los ojos lentamente absorbiendo la luz del día, giro mi rostro, miro el reloj el cual marca las 11:30AM y me sorprendo por la cantidad de horas que llevamos dormidos. Observo al otro costado de la cama, y para mi sorpresa ella no está a mi lado. «¿Dónde está?» me pregunto a mí mismo. Tomo mi bóxer el cual está tirado en el suelo, me lo coloco, y salgo a buscarla por la casa. Estoy por salir de la habitación cuando escucho unos ruidos provenientes del baño. Golpeo la puerta, pero no me responde y al escuchar el ruido del agua, me doy cuenta de que debe estar duchándose. Entro al baño sigilosamente para poder sorprenderla, pero el sorprendido soy yo cuando aprecio su cuerpo a través del vidrio de la mampara de la ducha. Jamás me cansare de admirarla y el saber que está a mi lado nuev