49. ADRENALINA

2531 Palabras
Max ¿Cómo terminamos aquí? No tengo idea ¿Cómo es posible que nos arrastráramos a esta locura? No tengo idea ¿En qué momento el viaje pasó de ser de Mannheim a Múnich? No tengo idea, pero lo único que sabía es que quería devolverme a Suiza para tener ese tiempo de tranquilidad porque el déjà vu que sentía era siniestro. Solo espero que ella tenga una explicación muy buena para hacernos cometer estas locuras y podamos salir con vida de este lugar. Múnich, Alemania – 15 horas antes Adler Nos levantamos temprano y fui con Rag para dejar a mi hijo en el internado, ellos se despidieron entre abrazos que parecían no acabar y después nos encontramos con todos en el hangar, pero no fue sino una hora después en el aterrizaje en donde me percaté que no estábamos en el destino mencionado inicialmente, dos camionetas esperaban por nosotros así que subimos en una de ellas. —Rag ¿por qué estamos en Múnich? ¿No se suponía que iríamos a Mannheim? —todos quedan en silencio muy sorprendidos por lo que dije en lo que ella sonríe con travesura. Extrañamente me hizo sentir igual a cuando la conocí siendo una niña, en aquel entonces sabía usar muy bien sus dotes actorales y acompañados de esa cara tan tierna y bella que tenía, podías caer a sus pies en un segundo. —Un pequeño desvío de última hora, tal vez podamos aprovecharlo para que Max conozca y Sasha pueda salir de la rutina. A lo largo de esa mañana nos dirigieron a distintas zonas de la ciudad para que Max y Sasha conocieran, también compramos un poco de ropa puesto que no habíamos llevado equipaje, la caminata y los lugares que recorrimos nos ayudaron a despejar la mente de los acontecimientos pasados, poco a poco todos nos acoplamos bien al momento hasta el punto de estar riéndonos por tonterías. Para horas de la tarde, Rag nos llevó a una pista donde nos entregaron unos trajes, luego subimos al avión y cuando teníamos suficiente altura las personas que guiaban el lugar nos organizaron para saltar. Estábamos como locos por el hecho, en especial Sasha y Max que nunca hicieron paracaidismo, escuchamos los gritos de ambos, tomamos fotografías y vivimos una experiencia magnífica en ese vasto cielo azul. Por un instante fuimos los dioses del mundo, no había dolor, tortura, ni muerte, solo nosotros entre gritos, risas y felicidad, una que necesitábamos en nuestras vidas después de tantas semanas de sufrimiento, aunque en mi caso solo fue un extra perfecto después de lo que viví con ella días atrás. Ares Desde el día que conocí a mi Kätzchen he vivido muchas experiencias a su lado, pero si hay algo que me sorprende, es que a pesar de los malos momentos ella siga con nosotros brindándonos su cariño a mi hermano y a mí y de mi sobrino ni qué hablar, ella es su adoración y viceversa. Estos meses que pasamos ese calvario me hizo recordar al día que la conocí, recuerdo que mi hermano me había llamado para informarme de un problema que teníamos con Oz, en aquel entonces también escuché su nombre por primera vez al ser el acompañante de Rag, una pequeña niña de casi once años cuya vida fue atentada por uno de mis trabajos. Desde siempre fui muy curioso convirtiéndome a temprana edad en un As del armamento químico y biológico, mi hermano por otra parte es excelente en la fabricación de armas de fuego y blancas, de esa manera nos hicimos famosos siendo muy solicitados por grandes potencias, grupos militares y mafiosos, entonces uno de ellos me contactó para crear un veneno potente, pero nunca supe quién sería la víctima hasta que recibí esa llamada. Fue un tiempo muy oscuro para Adler y para mí, ya que fue un hecho que nos cambió por completo volviéndonos más rigurosos con los trabajos que tomábamos, puesto que no queríamos volver a pasar por algo de ese estilo. No obstante, Rag siempre fue amable con nosotros, solía jugarle bromas a mi hermano quien tuvo un flechazo con ella, pero siempre la respetó ya que era muy joven y él es un caballero con todas sus letras. A pesar de todo la queríamos demasiado, él con ese amor imposible y yo como a una hermana, aunque eso no nos detuvo a ella y a mí para experimentar en la cama, pero mis sentimientos hacia ella siempre fueron claros y no la vi nunca en plan romántico. Lo que más me encanta de ella es su espontaneidad combinada con su locura, esa es una de las razones por la cual le decía desde pequeña Kätzchen (además de otros importantes motivos), porque era como una gatica escurridiza y traviesa, algo que siempre refuerza cuando comete actos como los de hoy. El día que tuvimos fue increíble y memorable, hace tanto tiempo no me sentía tan desconectado de toda esta vida y más con los recientes acontecimientos. Llegado el atardecer y luego de increíbles momentos en la tierra y en el cielo, nos fuimos a un hotel a refrescarnos y cambiarnos para otra sorpresa que nos tenía mi querida Kätzchen. Eran las siete, nos dirigimos a un restaurante y luego de comer continuamos nuestro camino hasta una bodega a las afueras de la ciudad, al entrar, vemos toda clase de autos y motocicletas, estábamos desconcertados, pero ella nos indicó que escogiéramos uno, tomé el Ferrari para ir con Sasha, mi hermano escogió el Bugatti, Max y Rag escogieron las motos BMW y de esa manera nos fuimos siguiéndola por toda una autopista a las afueras de la ciudad hasta el siguiente destino. Llegamos a un lugar bastante lejano donde vimos lo que parecía ser un encuentro de carreras clandestinas, parqueamos, pedimos algunas bebidas y estuvimos bailando un poco de música electrónica y ritmos latinos, disfrutamos como hace mucho tiempo no lo hacíamos y reímos olvidándonos de todo siendo justo lo que necesitábamos. Al cabo de un rato, Max, mi hermano y yo buscamos más bebidas para todos, al regresar con las chicas, vemos cómo un grupo de idiotas empieza a molestarlas y antes de que podamos siquiera intervenir, escuchamos a mi Kätzchen hacer una apuesta en la que el ganador podrá hacer lo que desee con el perdedor, adicional, si ellas ganan Sasha tomará los vehículos como premio. Ellos se van para prepararse y nosotros pedimos explicaciones por lo ocurrido, entonces Rag toma a Max para que compita con ella y a Sasha se la lleva en su moto. No sé cómo hizo para convencerla puesto que a ella no le gustan por lo peligrosas, mientras tanto, mi hermano y yo solo nos vemos pensando en lo movida que será la noche, pero igual con una gran sonrisa en el rostro al ver a nuestra Kätzchen tan feliz después de todo lo que pasó. Max Nos acomodamos en la pista esperando por la señal, veo a Sasha muy nerviosa y sosteniendo fuertemente a Rag de la cintura. Me da un poco de pesar con ella, solo fue una víctima más en todo esto y aun así siente un horrible peso de culpa por lo que nos pasó a causa de su familia, pero sé que saldrá adelante, es una mujer fuerte y valiente. Veo cómo los muy imbéciles les dicen asquerosidades a las chicas y les tiran besos, pero ellas solo los ignoran, bajan la bandera y salimos a toda velocidad, los idiotas van a la delantera, intento mantenerme a la par de Rag y logro ver cómo Sasha se agarra más fuerte de ella, está demasiado asustada, de pronto Rag acelera y yo hago lo mismo. Más que competir me interesa que estén bien. Rápidamente logramos alcanzarlos cuando veo que maniobran para hacer que se desvíen y mi corazón palpita como loco solo de pensar que las cosas se pongan horribles si llegan a caer. Ella lo esquiva con éxito y maniobra de tal forma que les hace perder la concentración al creer que chocarán con ellas, pero logramos llegar a la meta siendo ellas las primeras. Al volver con los hermanos celebramos la victoria muy felices, nuestros nervios se han ido por completo y solo queda la adrenalina del momento. Los idiotas llegan reclamando que fue trampa y que desean la revancha, Rag le dice algo al oído a Sasha y las dos se van con mucha coquetería para convencer a los idiotas de que les darán un premio de consolación. Veo esa mirada en ella y me percato que no es lujuria, sino una travesura la que está a punto de cometer. Sin que lo esperen, el par de idiotas son golpeados por mi chica y Sasha comienza a desnudarlos hasta dejarlos en ropa interior, todos no hacen más que reírse del acto y claro, van a recoger su premio cual lo acordado. De la nada, vemos a un hombre llegar apuntando con un arma hacia ellas e íbamos interceder cuando Rag nos detiene haciendo una señal con su mano. —Tienes algo que me pertenece preciosa. —Para tu desgracia otro llegó primero, pero puedo darte el premio de consolación. —Olvídalo, vas a pagarme lo que me debes y serás mía. Ella toma las llaves de los autos ganados, se los arroja en la cara a aquel sujeto y logra dar un par de golpes para desarmarlo. Todos subimos a nuestros vehículos de la misma forma en que vinimos y salimos rápidamente del lugar, comienzan a dispararnos y escucho a Ragnar decirnos que saquemos las armas de los compartimientos, buscamos extrañados, pero ahí están, comenzamos a disparar según sus indicaciones y las cosas se tornan más peligrosas. No sé cómo es posible que terminemos de nuevo en otra persecución ¿Acaso no podemos tener un día tranquilo en Alemania? Ragnar Sabía que lo de Bonn no quedaría olvidado, hice este plan para poder hacerlos olvidar un poco esos malos ratos que pasamos en Berlín y ahora que el muy idiota de Walter me había encontrado, de nuevo estaba dispuesto a cobrarse el daño que le hice años atrás. Vamos disparando por la autopista hasta que logro ver lo que necesitaba, le hago una señal a todos para tomar el desvío indicado y así procedemos, llegamos a un hangar donde cinco camionetas nos están esperando, todos frenamos y nos bajamos. Sé que tienen mil preguntas por hacerme, pero antes de siquiera contestar, Walter se acerca acorralándonos con otro auto más. —¡WINTAR, ESTA VEZ NO TE SALVAS! —grita el idiota. Por suerte los chicos habían arrojado las armas antes de entrar al lugar y al vernos desarmados solo debemos esperar. —Dime Walter, ¿tuviste muchos problemas en Bonn? —Tranquila preciosa que el dinero que me hiciste gastar en ese puente también te lo cobraré. —¿Me pregunto qué diría tu padre si te viera tratar así a una dama? —Ese viejo bastardo no va a salvarte, el infeliz debe estar con alguna de sus golfas. —Walter, deberías disculparte por lo que dijiste de tu padre. —¿Disculparme? Ja! no me hagas reír, ese cretino está tan preocupado de otras cosas que no le interesa nada de lo que pase conmigo, ni siquiera sabe lo de Bonn. —Si tú lo dices está bien, ya te pasé las llaves de dos autos gama alta, así que mi deuda está saldada con intereses. —Eso no es suficiente, no hasta que te folle y reconozcas que soy el mejor en la cama. Una docena de hombres armados salen detrás de nosotros y las luces de una de las camionetas se enciende impidiendo que Walter nos vea bien. —Con que así está la situación —dice Brennan, quien es el padre de Walter. —Muy bien jovencita, dos autos como pago más el capital transferido y la prueba de que fue mi hijo el causante del puente en Bonn, creo que no hay más por decir. Da la señal a sus hombres y estos capturan a su hijo que está sorprendido por todo lo que ocurre, le dan un par de golpes y lo llevan a la camioneta. —Lamento dudar de ti Ragnar, pero soy padre y nunca esperamos que sean nuestros hijos los que hagan esas estupideces, igual te agradezco por todo, lo demás está listo cual lo acordado. —Gracias señor Brennan, muy amable de su parte. —Solo Brennan, no necesito el señor para sentirme más viejo —me guiña un ojo muy seductor y besa mi mano con una elegancia muy propia de él. Sí claro, sobre todo lo de viejo, tendrá sus años, pero la vida bien que lo bendijo con ese cuerpo y su rostro de gladiador, tranquilamente podría ser la versión mejorada de George Clooney. Nos despedimos de él y le dice a los Müller que los verá en la reunión dentro de un par de noches, ellos quedan desconcertados y les aclaro que hice un acuerdo con Brennan para así quitarme esa espina de Walter, además de un par de acuerdos de los cuales los hermanos deberán hacerse cargo como cabezas principales de la mafia alemana, porque sí, ellos serán los que gobiernen de ahora en adelante. Subimos al avión que dejó Brennan y vamos entre anécdotas hablando de todo con algunos tragos en mano, los hermanos me confiesan que lo pensaron mejor y aceptarán el poder, aunque igual no tenían otra opción. Llegamos a Berlín y dejamos a los tres en el hangar despidiéndonos con la promesa de vernos más adelante. —Te echaré de menos Kätzchen, no te metas en problemas sin nosotros. —Haré lo que pueda. Nos damos un fuerte abrazo, Ares deja un casto beso en mis labios y otro en mi frente, después Adler se acerca a mí tras despedirse de Max y me envuelve en sus brazos mirándome con amor. —Sé que allá las cosas serán mejor, pero no dudes en llamar si pasa algo. —Así será, dale un abrazo y un beso a Adrien de mi parte y dile que nos hablaremos después. —Lo haré, nos veremos pronto mi pequeña Alice. Sin importarle en lo más mínimo que Max estuviera frente a nosotros, recibo un muy profundo y apasionante beso que por poco me hace quedar en el país unos días más, pero sé que debemos partir para empezar un hogar en Inglaterra. —Me gusta esta faceta en ti Rabbit, en verdad me alegra saber que lo soltaste. —unimos nuestras frentes y doy un corto beso. —Eso fue gracias a ti y de ahora en adelante no voy a cargar más peso innecesario. En su mirar conservaba un nuevo brillo que sacaba a relucir al verdadero Adler, aquel atrevido conejo capaz de conquistar el mundo. Finalmente me despido de Sasha con un abrazo y agradeciéndole una vez más por todo lo que hizo por Max y deseándole lo mejor. Así, los vimos partir en la camioneta y ahora Max y yo seguiremos nuestro viaje rumbo a Londres para empezar una vida un poco más tranquila… o al menos por ahora.
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