El cuerpo de Olivia tiembla incontrolablemente cuando la sobrecargo avisa que el avión ya aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Cancún y que ya es hora de bajar. Aunque ya lo sabía, igualmente, no deja de sentirse asfixiada por estar aquí. —Voy a ayudarte con el cinturón —dice Adrián al notar su desazón. —¿Quieres alguna bebida antes de bajar? Podemos quedarnos aquí el tiempo que necesites. —No, es mejor que vayamos de una vez. No sirve de nada alargar esto. —Responde ella. Adrián la ayuda a levantarse y puede sentir el sudor frío de sus manos. Ella está muy nerviosa. En el momento que ella se para coger su maleta de mano, Adrián rodea su cintura y la abraza, ella le corresponde. —Ya te lo he dicho miles de veces, pero necesito decirte esto una vez más y que lo tengas guardado e

