Olivia tira el billete a un lado y toma el ascensor que se abre justo en ese instante. Ni siquiera es capaz de explicar lo que siente en estos momentos. Algo en su pecho duele y mucho. Nunca antes había sentido esto, ni siquiera cuando vio a su hermana follando con su esposo. Es demasiado dolor. ¿Acaso se enamoró de él? ¡Pues maldita suerte que carga con el amor! Llega hasta la planta baja y sale a pasos presurosos del edificio, toma el primer taxi que pasa en frente, sin mirar atrás. Oye su celular sonar dentro de la cartera, pero prefiere ignorarlo. No puede evitar llorar. El chofer del taxi la mira desde el espejo retrovisor con tristeza. —¿Desea que la lleve a algún sitio en específico, señora? —Todavía no lo sé —dice ella bajito y con la voz ronca. —¿Puede solo dar vueltas has