Observo las llamas crepitar mientras bebo de mi copa de vino observando a Sebastián frente a mí con mi hija en brazos dándome de comer. Sonrió con ironía ante la situación. - Realmente estoy enamorado – dice el apuesto hombre frente a mí. – no deberías beber – me reprende haciéndome reír. - No la amamanto – respondo bebiendo haciendo que él me observe confundido – no produzco leche – señalo mis pechos haciendo que estalle en una sonora carcajada. - ¿me dirás que sucedió en el hangar? - Es nuestra prima – respondo sin más – mi padre solo tenía una hermana a quien alejo de este mundo, casándola con un millonario. – veo a mi hijo llegar sentándose junto a mí con su libro favorito en la mano. Sebastián lo observa enarcando una ceja divertido. - Debe ser una broma – comenta viéndo el libr