14 años de edad
Un verdadero fastidio era esto, mi madre me hacía gestos para que sonriera, obedecí de mala manera. El estúpido evento me producía migraña y me aburría más que un velorio, pero según mi madre era necesario estar aquí, por ella, por mi. Estupideces diría yo.
—Sonríe, Alec — Rodé los ojos con malestar —Oh, los Black han llegado, después de dos horas siendo ellos los anfitriones, ¿Ya viste lo que hace el poder, cariño? — El famoso apellido que hacía temblar a la mafia. Mire a la familia, el señor, la señora y sus hijos. La señora Anna, tomaba la mano de una pequeña pelinegra con labios rojos, era una muñequita, una muñequita que fue creada para quebrantar.
—¿Quien es la niña? — Pregunte con interés sin dejar de verla. Me gustaba como miraba el lugar, parecía asustada e
