Mientras tanto en Dikens. Geraldine solo veía como unos hombres sacaban todas sus pertenencias de su oficina, se sujetaba con fuerza de su silla de ruedas mientras que sus labios temblaban con frustración. —Señorita Hall, el señor Delavicci quiere que se retire de su empresa hoy mismo, y fue muy claro cuando dijo que no quiere volver a verla aquí, dijo que en cuanto tenga tiempo irá a verla a la mansión. Geraldine sintió un enorme vació y coraje, ¿Entonces él lo descubrió, descubrió todo al fin?. —¿Por qué me trata de este modo, ¿Acaso no he sido buena con él?—Preguntó tratando de buscar respuestas. Marco no sabía que responder. —El señor Delavicci hablará con usted después, ¿Quiere que la ayude a llegar al auto?. Geraldine miró a su alrededor, todos sus empleados la veían y murmur