—Recuérdame repetirlo cuando tenga un empleo nuevo y también cuando decida cambiar. —Sabes que solo será cuestión de hacer una llamada para tenerme, pero… —la abracé por detrás viendo nuestros reflejos. —¿estás segura que no deseas quedarte un poco más? No creo que los chicos estén despiertos a esta hora. —Lo sé, pero quisiera arreglar algunas cosas en la casa y explicarles cómo será todo con su padre, el divorcio… en fin, tú me entiendes. —De acuerdo, entonces vamos, te dejaré en casa. —No hace falta, puedo tomar un taxi. —¿Y perderme la oportunidad de sacarte otro orgasmo en el auto? ¡Olvídalo! —entre mordidas y cosquillas que le sacaron una sonora carcajada continuamos el camino hasta el auto. Durante el trayecto nos sumergimos en una amena charla sobre las opciones para un nuevo

