Por orden de Carlx debimos ir al palco real donde estaba esperándonos con Cleo y Carlo el cual me alertó al tener su respiración más débil que antes.
—La victoria es mía, Aamon, ahora devuélveme a Carlo —ordené.
Dio la señal a uno de sus hombres para que abriera los grilletes de los tobillos, no sé por qué mierda lo cargó, pero enfurecí al notar que estaba dispuesto a arrojármelo en los pies hasta que tomé un arma apuntándole al rostro.
—En cuanto él caiga al suelo, tú caerás con él —advertí. —Cleo, ve con ellos, sácalo cuanto antes de aquí y si esta basura se atreve a hacer algo será mi próxima oblación —afirmó y salió con ese sujeto que seguía sosteniendo a Carlo entre sus brazos.
—Lo dicho, eres una basura malviviente —dijo Grosver con amargura.
—Lo sé, y aun así fui coronado rey d
