Al día siguiente Salón Real – 2:39 p. m. —Llegas tarde. —Lo siento cariño, tengo pacientes por atender y no dejaría de lado un caso de cáncer de mama cuando la paciente ha depositado toda su confianza en mí —respondí jocoso a Borson quien estaba neutral, a diferencia de los otros que estaban molestos por mi retraso. —Bueno, me querían aquí y ya me tienen, ¿qué puedo hacer por ustedes caballeros? —encendí tranquilamente a mi estimado pirata mientras el buen Jack quema placenteramente mi garganta. No importa los lujos, el estatus, ni la gente que te rodee, cuando aprecias algo y le das su respectivo valor en la vida no lo dejas de lado fácilmente. Durante media hora escuché uno por uno lo que querían de mí, siendo efectivamente lo mismo que me contaron Karol y Dayana, ellos querían que