La enorme sala quedó en silencio, con todos los presentes enmudecidos por distintas razones. La escena era conmovedora, así como la expresión de preocupación y amor en el rostro de Alexandra. Su mente estaba sumida en una ola vertiginosa de recuerdos mayormente dolorosos, aunque muchos de ellos tenían matices coloridos y de felicidad. —Eres… eres todo un hombre —dijo con algo de incredulidad en la voz—. ¿Cuán…cuánto tiempo ha pasado? —Más de lo que quisiera recordar —admitió Xander con voz quebrada, mirando a su padre por una explicación—. ¿Cómo… es que está aquí? La última vez… —Maldito criminal… —La voz de Hendrick se hizo más dura e imponente—. ¿Cómo conseguiste dar con ella? ¿Cómo lograste… traerla de vuelta? Richard sonrió, mirándolo con sorna. Por primera vez veía a Hendrick