Christine entró a la oficina con tanta cautela, que Xander ni siquiera la escuchó entrar. Ella vio el ceño fruncido de la pelirroja y adivinó lo que había pasado.
Sonrió encantada y se aproximó al sofá, fingiendo tropezar con la alfombra y causando que todo el contenido del vaso cayera en la cabeza de Valery, la cual se levantó del sofá de un salto, soltando un grito al sentir el agua fría bajar por su cara.
Xander volteó y se encontró con aquella cómica situación que ya había imaginado venir. Tuvo que hacer un esfuerzo por no sonreír y se apresuró a tomar un pañuelo de su bolsillo para dárselo a la pelirroja.
—¡Xander, te exijo que despidas a esta estúpida! —gritó molesta.
—Tranquilízate, fue un accidente —apretó los dientes al oír el insulto contra Christine, el próximo no lo dejaría
