—Señor Lerner, tiene derecho a guardar silencio, todo lo que diga puede ser usado en la corte… Xander escuchaba todo a lo lejos, sus lágrimas seguían corriendo por sus mejillas y todo a su alrededor era como un sueño… o más bien como una pesadilla. Cuando escuchó lo de ir a juicio, su cerebro se nubló al comprender que siempre tendría a esa sombra incordiando su vida, siempre su padre estaría dispuesto a empañar su vida. La cárcel no era suficiente, esa alimaña tenía que morir. Lleno de ira nuevamente, golpeó a los que lo tenían sujeto y robó el arma de uno de ellos, apuntando al hombre que yacía en el suelo, murmurando incoherencias. —¡Maldito! —exclamó Xander, antes de dispararle. Los policías le quitaron el arma después de eso, sometiéndolo por completo. Pensó que había sido cert