Ese jueves a la mañana estaba súper contenta de tener un chiche nuevo que disfrutar… pero mi felicidad se quebrantó cuando me di cuenta que no tenía a nadie con quién compartirla. Cada vez estaba más sola, ya ni Ana me llamaba y, cuando la llamaba yo, no respondía. Sentía que en un momento lo tenía todo y, en un instante, ese todo desapareció. Me senté en el borde de la cama, mirando a través de la ventana. Era un día hermoso, tenía auto nuevo, pero yo no tenía ganas de salir. Estaba en ropa interior ya que recién salía de bañarme. Suspiré al levantarme y al abrir el ropero. Busqué y busqué ropa para ponerme, pero nada me conformaba. Ya no era época de vestido, los jeans me quedaban grandes, las camisas estaban rotas… Quizás mi corazón estaba tan vacío que nada podía reparar mi físi