Capítulo diecinueve

1477 Palabras
La primera en mirarlo y señalarlo fue la niña al costado de la dama que sin mucho pensarlo enseguida se acercaron a la reja, le saludaron de manera muy amable, tanto que era dificil para él decir su identidad, cortezmente sonrio y saludo a ambas, sus mejillas se tornaron de color rojizo. —¿Donde vives?—pregunto la dama mientras le observaba en todo momento, su rostro calido pronto se vio perturbado—¿No tienes frio?—claramente la pregunta se debia al estado de su ropa, la vieja ropa malgastada, rota y hasta sucia, llevaba mucho tiempo convervandola, demasiado tiempo usandola. Apenado el joven miro hacia abajo e intento ocultar su temblor, cosa que lamentablemente no pudo lograr, la mujer inmendiatamente le invito a ingresar al interior de la masion enorme, abrio la reja y tambien le llevo al interior de la casa, el interior era acojedor, calido al contrario del exterior en el que hacia algo de frio. —Alba—la dama le llamo por ese nombre a la niña—ve por una cobija—pidio la mujer con una sonrisa, la joven a su lado corrio hacia el piso superior mediante las escaleras y de ahi se perdio de la vista del niño, no tardo mucho en cuanto ella regreso con una inmensa cobija arrastrandola por el piso debido a lo pequeña que era ella para traerlo, la mujer enseguida la ayudo y se coloco encima al niño. ¿Cual es tu nombre?—le cuestiono la mujer al chico con curiosidad—¿donde estan tus padres? ¿que estas haciendo aqui tú solito? ¿donde vives? imagino que tus padres deben estar muy preocupados por ti, tienes que volver a casa—la dama parecia demasiado preocupada por él cuando ni siquiera lo habia visto antes. Apenado el joven y con la cabeza mirando al suelo, de manera desconfiada y tanto miedoso comenzo hablar—He venido en busca de mi padre, mi madre ha fallecido y el unico dato que me ha proporciado ha sido esta direccion, su ultima voluntad ha sido que venga a verle, no quería venir pero tampoco faltar a la promesa de mi madre—el pequeño sin poder evitarlo se hecho a llorar. Alba a un lado no podia creerlo. ¿Es hijo de Alvaro? ¿como puede ser posible? ¿el hijo de Alvaro y quien? La pequeña incluso pudo notar la confusion en el rostro de su nueva madre, Camila tambien estaba sumamente sorprendida por la llegada repentina del joven, mucho mas porque tuviera la direccion de su marido y el hecho de que él niño asegurara haber venido a buscar a su padre, sin embargo, así mismo se dio cuenta que Camila no odio la noticia, por su parte abrazo con fuerza al chico entre sus brazos mientras susurraba que todo iba a estar bien, esto pudo pudo oirlo gracias a su sentido. —Te daremos una habitación para que puedas estar tranquilo, ire a ver que puedo traerte para que comas, seguramente tienes mucha hambre, Alba te llevara a tu habitacion—la niña a lado de ella sonrio y asintio felizmente, luego de que la mujer fuera en direccion a la cocina la pequeña tomo la mano del niño y le dirigio hacia arriba. Mi nombre es Alba, ¿como te llamas?—se presento sonriendo la chica, el niño apenas logro musitar—Rayan—mientras subia siguiendola por detras, la mano de Alba era un tanto fria lo que sorprendio a Ray sin embargo, este no hizo ningun solo comentario por este hecho, simplemente se limito a seguirla en silencio. Durante un buen rato caminaron, recorrieron varias habitaciones, de hecho cientas y cientas de ellas hasta que finalmente se detuvieron frente a un cuarto, el color era un tanto raro para él mas no dijo ni una sola palabra. —Duerme conmigo—musito Alba mientras se trepaba a la cama y le daba golpecitos al colchon—seguramente tendras miedo ya que estas en un lugar distinto, yo tambien tuve miedo mi primer dia aqui—menciono ella, Ray subio a su lado para no ser grosero, no estaba muy convencido de que fuera por eso, de pronto el comentario de Alba le dio miedo—ya que viviras aquí debes saber que cada noche tendremos que acompañar a Alvaro al cuarto secreto—Ray no comprendio esto. —¿De que estas hablando?—pregunto él frunciendo el ceño, Alba jugo nerviosa con sus manos, al inicio penso que Alvaro ya sabia de él y la razon por la que estaba aquí él mismo ya lo sabia, literalmente la pequeña comenzo a temblar y nego con la cabeza forzadamente mientras le regalaba una sonrisa pequeña. No es nada, no me hagas mucho caso.—miro hacia abajo y se hecho a reir, su accion no paso desapercibida para Ray, él no creyo en nada de lo que comento al ultimo, estuvo a punto de comentar algo más no tuvo tiempo para hacerlo, por la puerta de la habitacion ingresaron dos personas, una de ellas era la dama de hace rato y la otra persona no era mas y nada menos que un hombre joven. ¿Que es lo que ahora pasara? ¿Viviremos todos aquí? ¿Que es lo que hara Alvaro? Seguramente terminaremos los dos visiitando el mismo sitio, soportando el mismo dolor atados en las dos sillas de aquel cuarto, terminaremos gritando y gritando sin poder escuchados, aun cuando ya me he acostumbrado no puedo evitar sentirme mal porque él no sabe la realidad que se vive en este hogar. —¿Quien es él?—pregunto Alvaro a Camila, su rostro lleno de confusion le trajo alivio a su mujer, era claro que el esposo desconocia de la existencia del pequeño, lo cual hacia que existiera la posibilidad de que la madre del niño jamas le contara acerca del embarazo, Camila señalo al niño y con una gran sonrisa dio la noticia—Es tú hijo, Alvaro. El hombre se quedo petrificado, abrio una y otra vez la boca sin poder decir nada, su rostro perdio color, claramente no entendia nada—¿De que estas hablando Camila?—pregunto un tanto enojado, Ray al oirlo comenzo a temblar y se oculto detras de Alba—Amor, estas asustando al pobre niño—señalo la mujer al pequeño mientras reprendia al hombre, enseguida el bajo el tono—es que no puede ser posible, jamas he estado con otra mujer que no seas tú, es imposible que sea mi hijo. Miro al niño por un buen rato, no habia duda, existia un gran parecido, realmente quienes lo vieran dirian que ese niño era suyo, pero la duda permanecio en él hombre ¿Hijo de quien?, sino es mio, ¿talvez Victor?, su rostro no mostro confusion aunque en su mente saco miles de conclusiones, finalmente hablo—No importa de quien sea hijo, princesa—hablo refiriendose a Camila—lo criaremos como si fuera nuestro, incluso si es de mi hermano Victor—estas palabras trayeron tranquilidad y una posiblidad de que fuera hijo de su hermano y no suyo, Ray no comprendio mucho pero estuvo agradecido de no tener que vivir en la calle, la mujer salio del cuarto y en cuanto lo hizo Alvaro volvio a hablar. —Alba, preparalo para alrato, ya sabes, al anochecer ambos deben ir a la habitación—musito en un tono algo bajo, se dio la media vuelta y salio de la puerta, la pequeña mirando la cama le conto acerca del trabajo que harian en el laboratorio, Ray no podia creerlo, no, mas bien, se negaba a pensar que lo usarian de ese modo. ¿Estas loca?—estallo el niño mientras la agarraba de los hombros y la sacudia—¿Sabes lo peligroso que es lo que ese hombre hace contigo? ¿como puedes prestarte a ese tipo de cosas?—la niña le miro burlamente y con unos ojos frios, de sus labios salieron otras palabras—Estoy agradecida por lo que tengo aqui, es mejor que vivir con mi otra familia, ellos son peores, aqui lo tengo todo, tengo una madre que me adora, tengo su cariño y su amor, alla no tengo nada, ellos fueron los primeros en dejarme de lado. El dolor en la voz de Alba le hizo quedarse callado y pensarlo seriamente, con certeza él ya no tenia un lugar al cual irse, si se quedaba podia tener un techo, comida, un hogar, lo fundamental para estar bien, lo que sucediera despues, ahora no importaba, las cosas como lo comentaba ella, no sonaba tan malo, ademas Ray sentia que debia quedarse y ayudar Alba, talvez algun dia podria convencerla de lo contrario.
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