Lorenzo está completamente dormido en el sofá y yo dejo su ordenador en la mesa después de enviarle la noticia maquetada del entierro de Orlando a Brina. He podido bichear lo que tenía por ahí guardado pero no lo he hecho porque no tengo ganas de averiguar nada nuevo; al menos no ahora. La televisión está puesta pero no llama mi atención, lo hace el policía que duerme pacíficamente después de no haber dormido una mierda en estos días. Perdió a su madre y a su amigo en un atentado de la mafia, a su ex prometida por el trabajo. Siempre está solo, trabajando y preocupándose, pero cuando lo he necesitado siempre ha estado ahí. A pesar de que iba todos los días a su mesa para saber si tenían alguna noticia de la muerte de mi hermano, jamás me trató mal o tuvo palabras malas hacia mí. Es más

