KENDALL...
Abro los ojos lentamente y lo primero que veo son los hermosos ojos de mi esposo el cual me observa atentamente, en ellos puedo ver que su brillo habitual se ha intensificado y eso me hace feliz.
- ¿qué tanto me ves? - digo y él sonríe iluminando desde ya mi día.
- Cuido tu sueño - me responde
- Lo hiciste por cinco días ¿no te aburres?
- ¿Cómo podría hacerlo?, si verte dormir es una de las cosas que más me gustan en la vida - dice haciendo que me enamoré cada día más de él.
Ya hace más de una semana que estoy en casa, mis heridas ya casi han cicatrizado, pero aún debo guardar reposo, Alejandro no se ha apartado de mi lado en todo este tiempo, trabajamos en casa, pero sé que uno de los dos debe estar en la oficina y he tr
