KENDALL… Observó la ciudad desde la ventana del avión y me siento nerviosa de volver, no sé cómo será nuestro acuerdo a partir de ahora y aunque me duela debo acostumbrarme porque en seis meses todo acabará. Me vuelvo a ver a mi flamante esposo quien se encuentra sentado frente a mi revisando algo en su portátil. - ¿puedo pedirte algo? – le digo haciendo que sus ojos se fijen en mí. - Por supuesto, dime – me dice cerrando el portátil y dándome toda su atención. - No quiero que nuestro matrimonio sea noticia – le digo y él me observa confundido - no quiero salir en noticias, periódico o revistas. - ¿no quieres que nos vean juntos? – pregunta y puedo notar algo en sus ojos. - Quiero una vida tranquila – le digo tra