Liesl estaba sentada en la mesa del comedor con su bloc de dibujo mientras trabajaba en la pintura de su abuela, concentrada en la tarea. Al hacer los bocetos ásperos hasta ahora, se estaba volviendo cada vez más consciente de la belleza que poseía la mujer.
Desesperadamente quería que su trabajo capturara no solo la fuerza y la gracia de su cuerpo físico, sino también el espíritu y el valor de su alma. Su abuela era una mujer feroz y, mientras trabajaba en este proyecto, ella sentía un parentesco con ella.
Isaías había estado en su oficina trabajando, pero el sonido de sus pasos acercándose la hizo levantar la vista y sonreírle. Solo habían estado en casa unas pocas horas después de dejar el hotel temprano en la mañana para regresar a casa y estar cómodos.
Besar el topo de su ca
