Me vestí con un leggins n***o y una campera del mismo color, un gorro y guantes. Helaba ahí afuera, tomé las llaves del auto y conduje con prisa y saltándome los altos hasta el templo. Al llegar todo estaba destrozado, quedaban ruinas del hermoso lugar que había conocido. Busque a Agatha y a los mellizos, los encontré en el pasadizo, Scott estaba muy herido y sangraba mucho. —¿¡Qué ha pasado!?—pregunté alterada. —Se han llevado los instrumentos, hemos luchado y casi desfallecemos en el intento—explica calmada Agatha y quiero su autocontrol. —Eso lo resolveré después, necesitamos llevar al hospital a Scott—dije rápidamente. Asintieron y lo subimos al auto, conduje lo más rápido que podía hasta el hospital del pueblo, mientras ellas me relataban lo sucedido, estaban durmiendo cuándo esc