Las horas pasaban y aún no tenía ni una sola pista de los Satenebris, había buscado en registros anteriores, había pagado a una hacker por revisar las cámaras de los semáforos para ver si reconocía a alguno, pero nada, no había rastro de ellos. Estaba muy preocupada y por eso me sudaban mucho las manos. No sabía que hacer, los hermanos estaban con Lilith y Tess, en mi casa, de esa forma me sentía más tranquila, aunque mi abuela fuera ya de edad, se mantenía en forma y sabía luchar mejor que nadie.
La búsqueda seguía incansable para mí, buscaba por todo el pueblo, pero me daba la sensación de que no estaban en el si no en sus alrededores. El tiempo se acababa, mañana era el gran día y ellos tenían los instrumentos, necesitaban a los hermanos para poder activarlos. Pero también existía ot
