Tome la zapatilla blanquecina, con toques rosados y la observé. Estaba extasiada de solo verla, sentirla. Tenerla ahí, ¿como es que habia sido devuelta? Es decir la perdí hace tanto, tenía 8 años cuándo iba a clases de Ballet. Luego de irme con papá a la ciudad, más nunca volví a un estudio. Miré extrañada la caja y había nada más que la zapatilla y una nota. La tome en seguida bajo la curiosa mirada de mi rubia amiga.
"Mi querida y dulce, Sam;
No sabes lo feliz que estoy al saber que has regresado, que por fin volviste a donde perteneces. Me llena el alma haberte visto divagando por las calles de Bergen, que bueno tenerte en casa. Te obsequio tú zapatilla, para recordarte quién eres. Te pido que vengas a verme, quizá pueda ayudarte con aquello que tanto deseas saber...te estaré esperand
