Justo en el momento en que cerraba mi maleta, el sonido del móvil me volvió a la realidad. Vi que era una notificación de Tinder, pero el móvil estaba en la mesa de noche con muy poca batería y se apagó en ese momento, por lo que decidí ponerlo a cargar y dejarlo encendiéndose. Me había bajado la aplicación hacía algún tiempo por pura curiosidad, y cada tanto hablaba con algún chico pero nada más. Había puesto una foto mía de hace unos cuantos años, pues no quería que nadie que me conociera demasiado por el trabajo me hablase. De todas maneras, en ese momento poco me interesaba saber si se trataba de un nuevo match o de un mensaje de alguno que ya tenía de contacto… Me encontraba en shock tras haber recordado por primera vez en detalle, dentro de la enorme casa que yo misma había diseñad