El gran día había llegado, desde que el sonido de la alarma sonó mi mente se concentró en ver que todo estuviera listo para el desfile de la noche. El estrés era el condimento principal de toda hermosa presentación, lo sabía perfectamente. Hasta las seis, cuando volví a casa para prepararme para esa gran noche y regresar lo antes posible a llevar el control directo de todo el personal recibiendo a los invitados y guiarlos al lugar donde corresponden, si fuese preciso. Siete en punto y un hermoso vestido color champagne largo y elegante para la ocasión. La parte superior decorada por una malla de cuadros diminutos decorada con piedras preciosas formando flores en aquel escote V profundo, con el ajuste preciso para realzar mi sensualidad. La falda con el volumen preciso por la cantidad d