Al día siguiente, pasé por la oficina de Regina a recoger algunos documentos importantes. Era indudable el orden y respeto que esta mujer impone como jefa principal de ese estudio de abogados, así como, la fidelidad para mantenerse dentro de Roux. — Podrías haber enviado a tu asistente por ellos –me sonríe al verme entrar — Preferí caminar un poco y hacerte una pregunta ya que estas al tanto de mi situación –me voy acercando a su escritorio, hablándole de la misma forma como ella suele hacerlo, directa y sin rodeos. — Dime –deja el lapicero sobre su escritorio donde su codo se apoya y su mano sujeta su mentón, atenta. — Quiero saber cuánto tiempo más debo seguir casada con Sebastián Tambalea sus dedos sobre el escritorio y se pone de pie, pasando por mi lado hasta cerrar la puert