Aprendiendo a cazar bestias mágicas parte 2

1364 Palabras
Aldren desvió la mirada al mocoso que lo seguía con dificultad, no sabía porque pero al verlo le recordó a él de hace unos años, eso le molestaba ya que se arrepentía de muchas cosas de su pasado. Despejo esos pensamientos y se enfocó en encontrar su zona segura. Al encontrar una de las entradas señaladas se paró un momento en medio del bosque. —Mocoso de ahora en adelante solo sigue exactamente el camino que yo estoy tomando, talvez no veas absolutamente nada inusual, pero toda esta zona está repleta de trampas puestas por mí, así que anda con cuidado si no quieres morir —dijo Aldren hablando con frialdad y señalando la zona por la que debían transitar. David escucho con atención asintiendo a lo que decía su nuevo maestro, estaba cansado y adolorido mientras andaba, pero por extraño que pareciera se sentía más despejado. El frio esta vez sí le afectaba, aunque no como él pensaba que lo haría, ya que solo acentuaba el dolor de los golpes mas no la sensación de frio. —Señor Aldren, ¿ese Gua lu o goa la era el único animal así en este lugar? Digo con ese tamaño fuerza y con esa extraña forma, jamás había visto un animal así, y he visto muchos —pregunto con curiosidad David mientras seguía las huellas que dejaba Aldren al caminar. —Se llama Gou Lou, y si, esta zona está llena de bestias mágicas de alto nivel no como los animales comunes que tu conoces. El Gou Lou no es el más peligroso ni de lejos, es muy lento y normalmente anda solo, hay grupos de Gou Lous, pero normalmente es una madre y sus crías, así que no son conflictivos en ese momento, al menos si no les atacas —decía Aldren con soltura mientras se fijaba en el camino que estaba tomando. Se sentía a gusto hablando de estos temas. —¿Bestias mágicas? ¿Ósea tiene poderes o cosas similares? —pregunto David incrédulo ante el termino, aunque estaba indeciso por las bolas negras que el Gou Lou le había lanzado. —No todos tienen habilidades fuera de lo común, entre ellos, los Cravallers, Grimnalocks, y Kabeks a pesar de no verse tan amenazantes son más peligrosos por ese motivo, sus habilidades especiales los hacen temibles. En cambio una manada de Gimilodones, individualmente no son tan peligrosos por no tener esas habilidades, pero juntos en grandes números ni hablar te comerían vivo y no dejarían nada —Aldren recordó todos sus enfrentamientos con esos seres y sonrió, fueron momentos de peligro pero también emocionantes, no se había dado cuenta hasta hablarlo en voz alta. Vio la cara de confusión en David y suspiro. —No es necesario que sepas de lo que hablo, lo aprenderás si sigues aquí quieras o no. Por suerte para ti ya llegamos. David alzo la mirada jadeando y dejando vapor de humo al hacerlo, vio la cabaña de madera que estaba un poco más adelante con anhelo, no era muy grande ni se veía como algo bonito o siquiera algo cómodo, pero ya era mejor que una cueva. Dejaron las cosas fuera de la cabaña, David vio mejor de cerca como era y esta era robusta, con una ventana en el interior cortada de forma extraña, se veía que todo tenía cortes bruscos, la puerta no encajaba de forma perfecta y además había virutas en toda la madera, pero cuanto menos se veía una construcción sólida. —Antes de entrenar debes recuperarte, pero eso no significa que vayas a perder el tiempo, ¿sabes leer? —dijo Aldren abriendo una caja que había al fondo de la sala principal de la cabaña. —No creo saber el mismo idioma que el de usted —respondió David dudando un poco de si le creería. Aldren saco una mueca que David no pudo ver ya que el primero estaba volteado. —Te enseñare por las tardes, pero de buenas a primeras debes ir conociendo las bestias que hay por aquí, en este libro he registrado a la mayoría, aun no los he visto a todos, pero será de utilidad para que cuanto menos tengas idea de donde mierda te estas metiendo y no me molestes tan seguido. Ah cierto, si encuentro manchas o paginas maltratadas o rotas vas a sufrir las consecuencias —dijo Aldren extendiéndole a David un libro de cuero con hojas que eran pieles de animal y las letras dentro de ellas eran de tinta, además de las letras había dibujos de las bestias en cuestión, unas muy buenas. Las letras no fueron tan extrañas para David se parecían a su idioma, claro que había variantes, pero las palabras se parecían tanto que se animó a tratar de leerlo. —Gimilodon, bestia mágica que autenta, ¿aumenta verdad? Su… no sé qué dice ahí, lo que le pertite, permite, ser un animal más… competente que los normales, para una… persona normal es un dendilo, peligro, pero el edadero, verdadero, tentor, terror, es la manada. ¿No es una bestia que se deshaga rápido? —leyó David completando la mayoría de las palabras con lo que él creía era lo correcto. —¿Con que no sabias leer no? —replico Aldren con un tono rudo y brusco. —Se parecen a algunas palabras que conozco, pero no del todo —respondió David que seguía viendo el libro de las bestias. —Bueno ve viendo el libro mientras yo salgo a cazar, hay comida en el otro cuarto y… —Aldren saco una piel gruesa de uno de sus cajas y luego la doblo—, si necesitas dormir usa esto. No salgas sin antes avisarme como ya te dije está lleno de trampas, ya estas advertido, si mueres saliendo por tu cuenta no es mi culpa. Habiendo dicho esto Aldren salió dejando a David solo que inspecciono la cabaña un poco. Había cuatro ambientes en la cabaña, la sala principal que veías nada más entrar, estaba llena de cajas de madera, dos sillas, y algunos estantes, nada extravagante demás de algunos colmillos o huesos de animales, y por su puesto varias tipos de pieles. Luego estaba la sala continua a la derecha, David creía era una cocina, era simple como lo que había visto de la cabaña hasta ese momento, con varias ollas de barro, y envases de barro también, además vio carnes tendidas y otras en envases, se percató de tiras de madera que iban de una parte del techo a la cocina que tenía, eso le extraño. Dejo ese ambiente y fue al otro que estaba al otro lado, el cuarto de Aldren, no era muy grande y no tenía ventanas de ningún tipo, estaba lleno de pieles, una cama grande, armario y un cristal grande en el techo que a su vez estaba conectado a una tira de madera que iba a lo que parecía una manija, esto le pareció curioso pero lo dejo ser. Después intento entrar en la otra habitación, pero la puerta estaba cerrada con mucha fuerza, trato de ver por debajo de esta algo, pero no logro ver absolutamente nada así que desistió. Cansando se echó en las pieles dobladas que le había dado Aldren y se quedó dormido viendo algunos dibujos de esas bestias mágicas. Cuando se despertó ya era de noche, olía bien, pero lo que más le sorprendió fue que el lugar estaba iluminado, los cristales que había visto en el techo iluminaban el lugar con una luz cálida, esto dejo estupefacto a David, no se podía creer que algo así existiera. Guiado por el olor y el sonido de algo cocinándose se dirigió a la cocina, donde vio a Aldren cambiado, aunque con algunas partes de su armadura aun consigo, cocinando con lo que le parecía a David una cocina eléctrica ya que no veía fuego por leña, gas, o alguna otra cosa que se prenda, solo una cosa debajo que se calentaba. —¿Cómo es esto posible? ¿sabes de la electricidad? ¿hay un generador eléctrico aquí? —pregunto David que estaba por completo alucinado por lo que veía en esa cabaña.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR