—¿No sabes cómo funcionan las fosas de lucha? —pregunto Piter acercándose mucho a Alex con una sonrisa en el rostro, cosa que incomodaba un poco a Alex por los dos dientes que le faltaban a Piter.
—No, nunca había estado en una —respondió Alex alejándose un poco de Piter que estaba más sonriente.
—Anda mira tú, no te preocupes que tu amigo Piter está aquí para explicarte —dijo Piter golpeándose el pecho—, en el mundo de la fosas de lucha hay dos formas de entrar, primero por una casa siendo un esclavo, segundo ingresando como peleador libre para ganar dinero e inscribiéndote en la asociación de luchadores, y si piensas que es una locura no lo es, muchos no saben más que pelear y entran de forma voluntaria porque no saben ganar dinero de otra forma, aunque hay otros que entran por fama, y otros entran para poder ser reclutados como soldados si tienen suerte y sobreviven a una o dos peleas en la fosa, los mejores de las fosas pueden postular más fácil a ser de la armada y no se necesita ser noble para tener dinero allí, bueno eso si sobrevives, si eres muy bueno talvez el rey te libere chico —le contaba Piter a Alex con alegría riéndose al final.
—¿No te preocupa morir? —Le preguntaba extrañado Alex a Piter por su forma de comportarse alegre y sonriente.
—Si he de morir amigo, moriré, pero daré todo de mí para que no sea así —decía Piter a Alex aun contento y sonriente.
—¿Y por qué tan contento? —pregunto otra vez Alex aun extrañado por la forma de ser de Piter.
—La vida es corta amigo, si me la paso triste desperdiciare mí tiempo aquí en este mundo, además si muero ¿Qué mejor que con una sonrisa? —decía Piter mientras empezaba a reírse a carcajadas.
—Deja de reírte tonto —replico Lucios a Piter algo molesto mientras llegaba al lado de ellos.
—¿Y los demás? —Le decía Piter a Lucios tratando de que piense en algo más.
—Riko y Merida están con Rubin, los está mostrando a otras casas, después de todo Merida es la que más ha sobrevivido, valdrá buena cantidad de oro, y Riko recién gano su pelea hace una semana, y era un buen contrincante, más que nada gano por suerte, pero si sobrevive hoy podría ser vendido a gran precio por eso, nosotros fuimos recién adquiridos, aunque estamos mejor que ese chico que ni siquiera fue entrenado —decía Lucios mirando con lastima a Alex.
—«Yo soy mejor que estos idiotas» —pensaba Alex mirando a otro lado y haciendo una mueca.
—Ese dueño flaco y desinteresado es un tonto, debería haberse quedado en las peleas individuales, piensa que por tener a Merida en un equipo podría ganar batallas de grupo, solo está pensando en la recompensa, pero todo puede salir mal, estas peleas son muchos más brutales, la mayoría aquí ya son grupos experimentados, por eso ese flaco alto ha perdido tantas veces, veía a alguien prometedor y lo enviaba a pelear antes de tiempo, si tenemos suerte puede que vivamos —decía Lucios nervioso por la pelea.
Segundos después llegan Riko y Merida, pero no hubo tiempo de hablar, ya que los llamaron para alistarse a luchar justo cuando aparecieron. Como si fuera algo rutinario los peleadores se preparan para la inminente pelea con miradas y gestos vacíos en sus rostros, se ponen las protecciones que puedan y tomaron las armas que mejor sabían usar. Merida, una joven de cabello n***o y largo, con ojos rasgados y finos, se estiraba preparándose para el inicio del combate como si de una gata se tratase, era pequeña, casi parecía una niña, con una altura aproximada de un metro cincuenta, y sin unos bultos de senos visibles, llevaba solo unos trapos sueltos amarrados con una pita y una espada larga de un solo filo, Rikon, el hombre fornido, de cabello n***o muy corto, nariz aguileña y cortes en la cara, llevaba un conjunto similar a la de Merida pero con un pantalón debajo, él se había agarrado un escudo y una maza, Piter un escudo muy grande y una espada pequeña, y el viejo Lucios un escudo y una daga, Alex no tomo nada, y fue hacia la salida sin llevar nada, estaba seguro de que su forma de pelear era la correcta, como él dijo ya había enfrentado gente armada, y eso lo llenaba de orgullo —aunque eran cuchillos y no espadas o escudos— y tenía confianza, pero no tenía ni idea de que le esperaba.
El lugar era una zanja muy grande, y todos la llamaban fosa, porque muchos morían allí y eran considerados basura, en los cantos habían construido unos lugares donde ver las peleas, eran de madera, muy rudimentarios, desde abajo se podía ver a la multitud aclamando que las peleas inicien, habían venido por una sola razón y querían que pase ya.
—Bienvenidos amantes de las luchas, hoy tenemos algunas peleas que les interesaran, por primera vez en mucho tiempo veremos a la casa Luxen en pelea de grupos, el campeón de pelea individual de Felgar se enfrentara a Cracio, y la pelea masiva de todos contra todos será la más grande en mucho tiempo, así que ¡¿porque no comenzamos?! —decía el presentador con una voz fuerte y vivaz. Luego de algunas peleas individuales donde los muertos no se hicieron esperar así como los gritos de algarabía de la multitud, llego el momento de la pelea de grupos y los primeros en pelear eran los de la casa Luxen, los contrincantes concertados eran los de la casa Marnal, y su grupo era experimentado, ya habían tenidos varias batallas grupales y habían sobrevivido. La pelea inicio, Alex se lanza a pelear contra ellos rompiendo la formación de pelea.
—¡¿Qué haces idiota?! ¡Vuelve aquí! —le gritaba Lucios a Alex, pero este no escucho ni hizo caso.
Los contrincantes aprovecharon esta acción y fueron a por él en conjunto como un grupo ordenado, todos llevaban escudos circulares, espadas cortas, y cascos anchos, tres de ellos estaban encerrando a Alex, dos de los restantes se separaron del grupo para entretener a los compañeros de Alex y ganar tiempo hasta que lo maten, pero para sorpresa de ellos Merida solo ataco moviendo su espada de arriba debajo de forma muy básica a simple vista, y con ese simple movimiento corta con todo y escudo a su contrincante.
Mientras esto pasaba Alex empezaba a sentir angustia, no podía atacar, los escudos bloqueaban muchas rutas de ataque y estando juntos las otras rutas también se bloqueaban haciendo imposible que un puñetazo llegase a nadie, en esos momentos Alex no supo qué hacer, nunca había peleado con personas con escudo y no sabía cómo traspasarlos, un peleador enemigo se acerca más e intenta clavarle su espada, Alex logra detener la espada con las palmas de sus manos, pero el enemigo le da de lleno con el escudo en la cara, Alex cae por el golpe con mucha suerte ya que otro de sus enemigos intento apuñalarlo pero al caer solo traspaso el aire, Lucios apareció desde un costado atacando a uno de los que estaba a punto de matar a Alex salvándole la vida, pero por salvarlo se descuida un segundo y por ello es atacado por otro en la espalda, la espada corta atravesó órganos vitales haciendo de ese ataque una herida mortal, Alex aun en el suelo no podía pararse, su resistencia era muy pobre, ya que nunca le habían golpeado.
—Que débil —dijo el contrincante que iba a matar a Alex moviendo su espada a su cuerpo compactándolo para lanzarse a Alex y apuñalarlo con todo su peso, pero justo cuando le iba a llegar a apuñalar Merida salva a Alex cortando la cabeza de ese luchador, haciendo que su ataque pierda fuerza y dirección permitiendo a Alex salir solo con un pequeño corte. Esto para Alex era lo peor, él pensaba que las mujeres no servían para otra cosa que labores del hogar, verse inútil ante una mujer era horrible para él y peor aun viendo como esa mujer era mucho mejor que él peleando.
Los demás que estaban peleando con sus adversarios, lograron resistir hasta que el numero aumento y lograron ganar, Alex fue un completo inútil y él lo sabía, su hombría fue pisoteada, y cuando logro ver a Merida a la cara, vio en su mirada desdén, como si no valiera nada, fue lo más humillante que había sufrido, la impotencia lo lleno y se juró que de ahora en más el mejoraría. Se había olvidado por completo de escapar.