—Todo esto pasó por mi culpa al creer que seria bueno para ti volver a ver a tu familia. Un error que no volveré a cometer. Dios —suspira cansado —Con padres como ellos hasta yo los querría lejos de mi.
Me toma de la muñeca y hábilmente me hace girar hasta tenerme en sus brazos, su sonrisa me estremeció al sentirla tan cautivadora. Sus ojos eran hipnóticos que no pude apartar mi vista de la suya. Me roba un casto beso y eleva ambas cejas haciéndome reír.
Lo empujo sutilmente avergonzada. Acomodo un mechón de mi cabello detrás de mi oreja mientras bajo mi vista con timidez.
—Iré a ver a Violet.
Fui a hablar con mi hija y cuando la vi pude ver que estaba nerviosa se comia las uñas de sus manos sin siquiera percatarse de mi presencia hasta que dije su nombre. Ella me abraza y me pregunta si estoy bien. Claro que me sorprendió su pregunta porque debería ser yo quien se la hiciera a ella.
—¿Por qué preguntas eso?
—Es que él…. Estaba muy furioso…
—No te preocupes. Ya se encargó de todo. Tú tranquila.
—¿No esta enfadado con nosotras o si?
Su pregunta me confunde.
—¿Tanto te preocupa que se enfade contigo Abel?.
—Bueno… —juega con sus dedos índices —Es que… ha sido tan bueno conmigo que… —le doy un beso en su mejilla —¿Qué fue eso?
—Él no esta molesto. Lo prometo.
—Ay pero que señores tan odiosos —se expresa con molestia —Como se atrevieron a tratarte de esa forma.
—Ahora entiendes que no todos los padres son iguales.
Ella me abraza efusivamente
—Mami, gracias por ser tan comprensiva y cariñosa conmigo. —le pregunto el porque dice eso —Bueno, escuché sin querer… una vez que mi verdadero papá… solo te embarazó de mi —me sorprendo por lo que dice y mas cuando veo que quiere llorar. —A pesar de todo… tú me quieres mucho mamá. No eres como los abuelos fueron contigo. Mamá, pase lo que pase, siempre estaremos juntos, tú y yo contra el mundo.
Me vuelve a abrazar diciéndome que soy la mejor madre del mundo. Un nudo se forma en mi garganta mientras recuerdo aquella noche en la que dormí bajo el puente donde lloré amargamente mientras acariciaba mi vientre que no se notaba aun.
“Somos tú y yo contra el mundo”
Mis lagrimas se desbordan acompañados del recuerdo de esas palabras que dije en voz alta esa noche.
—Si —mis voz se quiebra —Nosotras dos contra el mundo.
Al ser fin de semana, Abel dijo que podíamos quedarnos en casa y que uno que otro asunto él se encargaría desde aquí y se lo agradecí. Me levanté perezosamente al no sentir a Abel en la cama, cuando vi la hora me levante de inmediato con pereza porque era las 8:00 am.
Me hice una coleta y me puse algo cómodo antes de ir a desayunar. Salí y escucho a mi padre gritar furioso el nombre mi hija.
“Ay no!!... ¿y ahora que pasa?”
Apresuro mis pasos y veo que la tiene en sus manos.
—Ahora veras niña —la jala del brazo furioso —Yo te voy a enseñar como se castiga a un niño rebelde.
Bajo casi corriendo las escaleras al ver lo que haría, el empujo furiosa defendiendo a mi hija de su intento de castigarla con su cinturón. Me padre me mira rabioso ordenándome que me quite porque dice que fui tan inútil al educar a mi hija pero que él lo haría.
—¡No te atrevas a tocar a mi! —grite furiosa
—¡Obedece Victoria o…
—¡¿O que?! —cuestiono fuera de mi —¡Me vas golpear a mi también! ¡Vamos hazlo. Pero si intentas tocar a mi hija, te juro que me convertiré en tu maldito karma!
—¡Como te atreves a faltarme el respeto! —me grita en la cara
—¿Respeto? —me burlo de él. —Si quieres respeto, entonces respétame, porque por si no te has dado cuenta, estas muy lejos de casa y aquí, yo soy la señora de esta casa, y si te atreves a tocarme a mi o Violet, te aseguro que él no pedirá mi opinión para echarte de aquí. —empuña su mano furioso —Violet, —llamo a mi hija y la tomo de la mano llevándomela a la cocina. Veo que estaba apunto de llorar —Tranquila, mamá esta aquí.
—No esperaba que fuera a golpearme.
—Jamás, escúchame, jamás voy a permitir que eso llegue a pasar.
Sabia que ellos me darían problemas pero no pensé que tan pronto. Perdí el apetito por culpa de mi padre pero mi hija me recordó mi enfermedad asi que me vi obligada a comer algo. Abel se encontraba ocupado asi que salí a pasear, escucho unas risas y al ver hacia la fuente del jardín ladeo una sonrisa al ver que es mi hija jugando con los hijos de Carter. Ella corre y los chicos intentan atraparla pero ella es rápida.
—Ya era hora de que comenzaran a llevarse bien, ¿no crees?
—¡Ay dios!...
Me llevo la mano derecha al corazón por el susto que me dio carter cuando apareció montado en un enorme caballo, se rie haciéndome verlo con fijeza porque es la primera vez que lo veo sonreír con naturalida.
—Es la primera vez que te veo reír naturalmente.
—¿De verdad?
—Si. —respondo tratando de verlo a los ojos pero se encuentra en un punto donde el sol me dificulta la visión —Seguramente porque es algo de los Vlarios el ocultar sus emociones tan bien como si no fueran humanos.
El se baja del caballo y se acerca a mi. Observa a un costado con atención, siento curiosidad y veo en la misma dirección donde veo a mis padres caminar por el jardín espinoso de rosas.
—Lamento lo de anoche —me disculpo porque no termino de cenar
—Tranquila, —ladea una sonrisa —Ningún m*****o de esta familia viene de familias normales. —Observo al caballo con temor. —El caballo no te va comer.
Se burla
—Perdón, es que siempre me dan temor.
—Si montaras un verdadero semental no dirías lo mismo.
—No me desagradan pero los prefiero de lejos.
Él continua diciendo que no tengo nada que temer, hago un gesto incomodo y muy animado me dice que puede enseñarme a montar pero me rehusé de inmediato. insiste pero me niego y justo cuando iba airme me dice que se acercaba el evento de etiqueacion infantil y que como madre debia subirme a uno durante el evento.
Lo miro sin creerle.
—Mientes.
—Pregúntale a mi madre si quieres, ella hizo lo mismo con todos nosotros.
“Tiene que ser una broma”
Le digo que solo debo subirme y asiente, me ayuda con dificultad y temor a que el caballo salga corriendo. Al estar sobre el animal que se mantuvo quieto sonrio al ver que estuve exagerando con mi miedo.
—Ves que no era tan difícil. —se rie.
Me siento como una niña cuando el me pasea montando el animal, estaba feliz hasta que veo que mis padres me observan, le pido que me ayude a bajar, me sostengo con temor y fui tan torpe que casi me caigo, pero Carter me sostiene a tiempo.
—Perdón —me disculpo porque seguramente peso para él ya que no soy como su esposa
—Tranquila. —frunce el ceño y saca su celular —Disculpame.
Él toma la llamada así que me alejo para entrar a la casa, iba entrando cuando veo a Abel bajar con rapidez las escaleras. Me mira furioso preguntándome donde estaba él confundida le pregunto de quién habla.
—Esta bien, estaré en una hora en el…
Abel me hace a un lado y se le va encima a su hermano Carter con un puñetazo. Su hermano reaccionó de la misma forma y le responde el golpe acertando. No se detienen y continúan la pelea.
—¡¡Basta Abel!!
La señora Gabriela aparece con dos de los choferes quienes los apartan enseguida pero se les dificultan sostenerlos.
—¡Qué significa esto! —grita ella molesta.
—¡Maldito bastardo! —suelta Abel con rabia —Te juro que voy a romperte cada diente por tocar a mi esposa.
—¿De que estas hablando Abel? —cuestiona su madre.
“Si, ¿de que esta hablando?”