CAPITULO 42

1237 Palabras
El busca en su bolsillo y lanza el teléfono al suelo, su madre lo recoge y me acerco a ella donde veo una foto mia y de Carter justo cuando me sostuvo antes de caerme, pero desde el angulo que fue tomada parecía que me estaba besando. Ahora entendí el por qué él reaccionó de esa forma tan agresiva. Aunque es algo fuera de lugar, no entiendo como él cree que soy capaz de hacerle eso cuando apenas comienzo a confiar en él. —¡Ay no… mi celular! Mi hermana menor baja corriendo rapidamente las escaleras y cuando se da cuenta de lo que hizo nos mira a todos. Me alejo de la señora Gabriela y cuando mi hermana recoje su móvil y suspira al ver que esta bien su celular. Se da cuenta de mi presencia y puedo ver su inquietud y nerviosismo. —Vicky, te juro… Le quito el celular de las manos y lo estrello contra una de las paredes de la casa y luego le doy una cachetada, una tan fuerte que me ardio la mano a mi y a ella le quedó figurada mis dedos en su perfecta cara que estoy segura cuidada con devoción. La tomo del cabello haciéndola llorar por la rudeza y fuerza. —Si vuelves a meterte en mi vida como una pequeña rata destructora, te voy a exterminar como una vil rata. Al escuchar a mi padre decir mi nombre con rabia la suelto bruscamente. Indignada me acerco a Abel y le doy una cachetada también por desconfiar de mi. —Como te atreves a creer que yo permitiría que otro hombre me tocara o me besara. Subo con rapidez las escaleras y me encierro en la habitación. Suelto un grito desesperante lleno de coraje. Sabia que no seria fácil, sabia que ellos me darían problemas pero jamás creí que irían tan lejos. Nadie me respeta, todos creen que soy alguien con doble cara incluso él. ABEL —Carter. —mi madre le habla a mi hermano —¿Besaste a la esposa de tu hermano? —Madre, jamás haría eso. —se libera y acomoda su atuendo —Ella jamás dejaría que yo me acercara con esa intención. No es mi culpa que Abel piense que todas la mujeres son unas zorras. “No, yo no quise hacerle creer eso, solo queria defender su honor como mi esposa” —Esto ha ido demasiado lejos. —dijo mi madre furiosa —Carlos. —llama a un chofer. —Saca a esta gente problemática de nuestra residencia y llevalos directamente al aeropuerto. —¡Que! —dijo la madre de Lea —¡Como que nos llevaran si ayer llegamos! —se hace la ofendida —Nosotros somos los que deberíamos recibir un mejor trato por ser la familia de la señora de esta casa. —Señora. —dijo mi madre a punto de explotar. —Se van a largar de aquí. Ya es suficiente lo que ha hecho su adorada hija. —¿Q–Qué? ¿Qué es lo que hizo? —Nada mami, solo le enseñe a mi cuñado una foto de mi hermana con su cuñada y ella me rompió el celular.—rompe en llanto —Mira. Ella señala su celular en el suelo. Subi corriendo las escaleras y quise entrar a la habitación pero ella se encerró. Golpeo la puerta pidiéndole que me deje entrar pero no recibo respuesta. Bajo nuevamente y busco la llave maestra que posee la ama de llaves. —No —dijo mi madre deteniéndome —Dejala, dale su espacio. Ahora lo que menos quiere es verte. —Madre. Déjame, es mi esposa… —Y por eso vas a respetar su decisión. Si se encerró deja que ella tome la decisión de hablar contigo cuando salga, mientras tanto, encárgate de su familia, deshazte de ellos. No queria dejarla sola, queria hablar con ella, habia logrado mucho con ella, jamás fue mi intención hacerle pensar que yo pienso eso de ella. No queria ver a esa odiosa familia ahora, no quiero si quiera escuchar sus nombres porque juro que voy a echarlos a la calle y los convertire en unos malditos mendigos. Alguien toca la puerta con gentileza. —Ahora no… —Papá… —al escuchar la voz de Violet levanto mi cabeza. —¿Puedo pasar? Le sonrio con dificultad y ella pasa. Cierra la puerta. Se acerca a un costado del escritorio de la oficina que antes era de papá y que ahora esta abandonada porque prefiero trabajar fuera de casa. —¿Aun no sale mamá? Observo la hora y veo que ya han pasado cinco horas desde que se encerró en la habitación. —¿Ya has comido algo? Niega moviendo su cabeza. —Desde que aquella mujer me quiso enfermar del estomago, ella no permite que nadie me cocine la comida a menos que ella o la abuela la supervise. Pero la abuela salió porque no quiere ver a los padres de mi mamá. —Ya veo. Ella observa toda la habitación. —Abel, ¿puedo hacerle una pregunta? —le respondo que si —¿En verdad quiere a mi mamá? —Claro que si. —Entonces ¿Por qué trajo a esa gente que la tratan horrible?. No la quieren y siempre le dan prioridad a esa chica que se le nota que envidia a mi mamá porque esta contigo y por eso hizo eso. —¿Quién te dijo eso? —Nadie, lo deduje sola. —me sorprendo y le pregunto porque dice eso —Porque ella actúa igual que una niña de mi colegio, ahora que me llevo con Benja una niña hizo algo parecido solo que les dijo a todos en mi salón de clase que nosotros nos queríamos y no como primos. —¿Qué? ¿Cuándo pasó eso? —Hace una semana —murmura sin importancia —Pero descubrí que hizo ese falso chisme solo porque envidiaba que Benja y yo pasábamos el recreo juntos. —No lo sabia. —murmuro pensando en que descuido ciertas cosas como esas. —Violet, por favor, ahora cuéntame todo lo que pase en la escuela, ese tipo de cosas no pueden pasar. —Eso ya lo solucioné yo cuando les dije a todos que ella me envidiaba porque le gusta Benja solo que es muy tonto y distraído y por eso no se da cuenta. Bueno lo que quiero decir es que los eches de aquí antes de mi mamá termine huyendo de ellos. —¿Huir? —eso no me gusta —No… ella no haría eso. —Conozco a mi mamá, y ella lo hará si esas personas siguen aquí. Su estomago ruge por comida haciéndome sonreír, la invito a comer afuera de casa y ella acepta pero con una condición. —¿Cuál? —Convence a mamá de venir con nosotros. “Eso va ser difícil de lograr” —¿No me digas que le tienes miedo a mi mamá? —¿Yo miedo? Me levanto enseguida y veo que me observa a lo lejos, iba a tocar nuevamente pero la puerta estaba abierta un poco, con una sonrisa entro y mis ojos ven una lampara. El impacto me aturde haciéndome caer en el suelo, me levanto un poco y veo su silueta acercarse pero habían tres de ella y su voz sonaba distante.
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