No me había movido de donde me encontraba.
En medio de aquella pelea de gritos que Christopher y Daniel llevaban a cabo, Chris ya me había soltado con sorpresa, pero mi mejor amigo aún me tenía bien pescada, usándome como una muñeca de trapo.
Simplemente no podía pensar en nada, mis ojos se hallaban perdidos en la confusión y el desentendimiento.
Aquellas palabras aún resonaban en mi cabeza.
"Será mejor que contactes con su padre de nuevo, da por hecho que se quedará en mi casa… ya que al fin de cuentas, ella y yo seremos marido y mujer pronto".
¿De qué rayos estaba hablando? ¿Yo… casándome con Daniel? ¡Qué locura!
Seguramente era una broma para salvarme de las manos despiadadas de aquel sujeto que hace unos minutos me maltrataba y me gritaba, sin importarle nada ni nadie.
Aún as
