Cuarenta y dos

1467 Palabras

El único refugio que encontré fue el baño, era la única zona donde ninguno de los tres hombres que estaban detrás de mí podían entrar. Sollocé, todo mi mundo se estaba derrumbando, nada de eso hubiera pasado si jamás hubiera aceptado lo de mi padre, si jamás nos hubiéramos marchado de Europa, si jamás hubiera sabido los sentimientos de Daniel y Dylan… si jamás hubiera muerto mi madre. Escuchaba desde el interior de baño cómo los tres peleaban, diciéndose cosas como... "Todo es tu culpa por haberla emborrachado" "La culpa es tuya por acostarse con ella" "Eres un desgraciado" "Cállate, sigue siendo culpa tuya" "Tú eres el maldito que se acostó con ella” Me tapé los oídos y apreté los ojos, deseando que todo se silenciara, con ganas de que la tierra me tragara y todo desapareciera. “

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