Irina Korsakova era una mujer conocida por hacer muy buenos negocios, tanto en el mundo empresarial como en lo ilegal. Ella era bastante astuta, su estrategia siempre era ganar-ganar. Los más allegados a su padre siempre admiraban eso de ella, la forma en la que se desenvolvía al negociar y al final siempre salía obteniendo lo que deseaba. Tal vez influía su belleza, que en muchas ocasiones embelesaba a los hombres y estos se ponían a su total disposición. Y eso era algo de lo que ella siempre fue consciente, y pensó que quizá por ello Damián D'angelo, aquel apuesto y candente italiano estaba tras de ella. Y era la única lógica que encontraba, puesto que parecía un hombre muy orgulloso como para aceptar que no tenía más opción que ella para la salvación de su empresa y tratar de negoci