Tres días después Otra vez debo irme. Detesto este momento. No me gusta estos abrazos en el aeropuerto diciéndonos adiós, no me gusta que sus labios me besen con ese miedo que lo hacen cuando nos separamos. Se abraza a mi cuello como pidiéndome que me quede. —Te voy a extrañar tanto rubio.— Me dice en un susurro. Ella aun no entiende que soy yo quien la extrañare como un loco, así sea tan solo una semana la que debamos estar separados. —Yo te voy a extrañar más. Lo único que me hace irme con un poco más de calma, es saber que cuando vayas a España quedara nada para nuestra boda. Te amo muchísimo amor mío. – Digo a su oído con mi voz quebrándose y hago que nos miremos. –Por favor cuídate mucho, ¿sí? – Le pido y la beso con todo mi corazón entregándose en este beso. —Tu también cuídate.