Capítulo II La señora General Es indispensable que presentemos a la distinguida dama con la suficiente importancia en el séquito de la familia Dorrit para firmar con su nombre en el libro de viajeros. La señora General era hija de un destacado clérigo de una ciudad catedralicia en la que ella había dictado la moda hasta que estuvo tan cerca de los cuarenta y cinco años como puede estarlo una dama soltera. Un oficial de intendencia muy estirado, de sesenta años, famoso por su rigidez, se enamoró de la gravedad con que la dama llevaba las riendas del coche de las normas sociales de la ciudad catedralicia y solicitó un puesto a su lado en el pescante y que los uncieran juntos en fría ceremonia. La dama aceptó la propuesta de matrimonio, el oficial de intendencia ocupó su lugar con gran dec