-Mark- No me creo la tonta justificación de esa mocosa para su breve momento de arrepentimiento después de ser ella mismo quien propició este encuentro, me reclamaba por estar comprometido cuando ella tiene hasta un hijo con ese chiquillo. Su cinismo es demasiado, después de follar conmigo en el baño se retira del restaurante abrazada de ese tipo como si nada. No encuentro la diferencia entre esta mocosa y la infiel de Dalila, pero si a ella no le molesta yo no tengo por qué hacerlo… Si quiere jugar, yo puedo hacerlo con mucho gusto. Es una exquisita sensación de dulzura y seducción, exigente en el sexo y entregada al ardiente momento tal como sus ojos me demuestran que su alma está calcinándose de excitación en mis manos. Y me fascina, no lo negaré. Su cuerpo me parece exquis

