[AZIEL]
Volver a estar en mi piso, en ese lugar donde despertamos juntos por primera vez me trae muchísimos recuerdos. Él lo observa cada detalle y sonríe para después dejar su maleta a un costado —No había prestado atención a los cuadros que tienes— Comenta y se queda mirando una de las pinturas que cuelga en la pared detrás del sofá —A mi hermana Alizée, le gustaría este cuadro—Señala y me acerco a él.
—¿Ella es la que quiere ser artista?— Averiguo y asiente.
—Así es. Me encanta tu piso— Me dice haciéndome sonreír.
—Gracias, ¿ Quieres ducharte? ha sido un viaje bastante largo— Le ofrezco y él de inmediato, me toma de las manos y me jala haciendo que me acerque a él. Tan solo cuando la distancia entre nuestros cuerpos desaparece, Mateo me rodea por la cintura y me mira fijamente.
—
