No era un momento idóneo para un reencuentro y la actitud que Alex tomó al verla en la mansión Stone dejó a Elena con un mal sabor de boca – espera aquí – le dijo de mala gana y subió los escalones para entrar a su estudio. Los ojos de sus clientes no eran ciegos, esperó a que Alicia bajara con varias cajas, las llevara a la entrada trasera de la tienda y dejara que Alex subiera algunas de ellas para justificar su presencia en los pisos superiores. Al ver que la puerta se abría, lo miró con cierto desagrado – admiro tu valor, solo por eso te estoy permitiendo reunirte conmigo, ¿qué es lo que quieres? Alex la miró, habían pasado tres años desde su último encuentro y ella lucía exactamente igual, mentira, era posible que luciera incluso más hermosa que antes porque ahora había cierto rast