106

1117 Palabras

Mientras la castaña observaba a su alrededor y hacía una mueca instantánea al oler todo lo que le rodeaba. El lugar no era exactamente bello a los ojos de las personas o a las narices de las mismas, por lo que Artemisa comenzó a caminar hacía la señal de donde se mencionaba estaban los baños para poder terminar con eso de una vez por todas. Apolo comenzó a mover a su amigo para que se despertara y viera que todo estuviera bien mientras él se metía a la tienda y rellenaba el tanque de gas. Tomás abrió sus ojos de par en par un tanto asustado y frunció el ceño al notar quién lo estaba viendo atentamente. — ¿Qué carajo estás haciendo loco? — Tomás alzó su mano derecha y le pegó en el hombro al susodicho — Me pegaste un susto. — Necesito que cuides la camioneta mientras voy por gas — Abr

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR