CAPÍTULO 7.

2118 Palabras

No sabía si el temblor en mis manos era de frío o de nervios. Tal vez una combinación de ambos. Mientras camino junto a Nicoló por el pasillo largo y silencioso que conduce al comedor principal de la villa, mis tacones resuenan contra el suelo como si fueran campanas de alarma. Todo en esa casa parece diseñado para recordarme que no pertenezco a ella. Pero Nicoló, él me mira de reojo cuando llegamos frente a la puerta doble, tallada en madera oscura y con herrajes dorados, y posa su mano sobre la mía un segundo. Solo uno. Ni siquiera dice nada, pero es suficiente para calmar un poco la tormenta que me azota por dentro. Inspiro profundamente, siento el nudo de mi estómago, contraerse una última vez y entramos. La estancia es majestuosa, como de otro siglo. Techos altos con frescos pintad

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR