Ninguno dice nada al respecto, y aunque la noche transcurre, no me siento en mi cuerpo ahora mismo. Y eso continua el resto de la noche, todo transcurre como en una película borrosa. Conversaciones, copas, sonrisas, fotos y la mano de Nicoló siguiéndome, guiándome y manteniéndome cerca. Como si nada hubiera pasado. Como si ese beso no hubiera ocurrido. ¡Pero si lo hizo! No puedo dejar de pensar en la forma en que se siente. Lo que provocó el inesperado nudo caliente en mi estómago, y en cómo mi mente se esforzaba por ponerle nombre a una sensación que se escapa entre los dedos. ¿Deseo? ¿Confusión? ¿Peligro? ¿Todo a la vez? Hasta hace unas semanas mi vida era tranquila y tenía un novio al que amaba y había sido el único que me hizo sentir cosas que pensé eran fuertes. O eso creí porque