CAPÍTULO NUEVE
Me despierta el canto de las ardillas. El suelo del bosque todavía está oscuro, pero a través de las copas de los árboles, puedo ver que el cielo se ha aclarado.
—Jenny, despierta —le susurro, sacudiendo su hombro.
Se incorpora de un salto y mira a su alrededor.
—¿Dónde está mi —Jenny se toca el cabello enmarañado— corona? —
Luego hace una pausa, confundida.
Maldición, se acuerda. La noche anterior, después de que Jenny se fuera a dormir, había tirado la «corona» a un lado pensando que se olvidaría de ella. En lugar de eso, se levantó, buscó a su alrededor, vio esa cosa estúpida, se acercó a recogerla y se la puso en la cabeza.
—Tierra a Jenny, tenemos que salir de aquí. Vamos. —
—Deidra Ann, ¿qué estás haciendo aquí? Espera, ¿qué? —
Mira a su alrededor como si no p
