Marco Todo estaba tan pero tan bien entre nosotros, que solamente me tenía que preocupar por pensar en qué hacer para sorprenderla hoy, para que mañana fuera todavía más feliz que ayer, si es que era acaso posible. Por eso, esa tarde al salir de La Corte cuando tomé el móvil y leí la respuesta de Kate al mensaje que le había enviado horas antes, comprendí que todavía podía hacer algo más increíble e inesperado. - Ve solucionando la parte legal, que yo conseguiré quien te ayude aquí para que no se de cuenta de nada hasta que decidas contárselo. - Gracias, Kate. Sabía que podía contar contigo en esta ocasión – sonriendo, aunque sabía que no podía verme - - ¿Solo en esta ocasión? – colocó junto a una cara de llanto – ¡No puedo creerlo! Y yo aquí, diciéndole a