Isabel
Cuando me desperté y lo sentí abrazándome, supe que no había sido un sueño. Una vez más, habíamos pasado la noche juntos, amándonos, disfrutándonos… ¿confesándonos nuestro amor? ¿Acaso me volvió a decir que me amaba? Estaba segura de que eso no había sido producto de mi imaginación o del alcohol que había vevido, pero… ¿Era posible que fuera real luego de que por dos años intenté mantener la distancia y traté de convencerlo de que solo le veía como amigo?
Me levanté rápidamente y sin hacer ruido, tomé mi ropa y me fui a la sala. Me vestí lo más rápido que pude y me marché de allí, pero no sin antes tomarme unos minutos para disfrutar de verlo dormido… ¡No podía evitarlo! Me volvía completamente loca.
Al salir de su departamento asustada de que pudiera despertarse y venir detrás d
