Marco - ¡No sabes lo feliz que me hace saber que has recapacitado, bebé! – volviendo a colocarse sobre mi, para intentar darme un beso - - ¡Marta, por favor! Ya te expliqué que… - me interrumpió, justo cuando la colocaba nuevamente en su lugar en la cama - - ¿Qué quieres que entienda? Si me has llamado esta noche, es porque me deseas y porque quieres que volvamos a vernos a menudo. - ¡Te equivocas! – dije manteniendo mi característica calma, mientras me colocaba el bóxer, ya sentado en la cama y dándole la espalda – Te llamé, como todas las veces anteriores, porque eres mi masajista. Y en el camino, como todas las veces anteriores, me tentaste por un poco más de diversión. Eso ha sido lo de recién. - ¡No sigas repitiendo eso, Marco! – dijo