Sofía Después de la decisión de dejar a mi hijo en Múnich aquella noche, esto fue lo más difícil que me tocó pasar con mis hijos, con nuestros hijos. - Queremos que ustedes sepan que los amamos (decía con lágrimas en los ojos, mientras yo miraba al piso y Jr., ya con 16 años, apretaba mi mano), que lo que pase entre nosotros nada tiene que ver con ustedes. No… no podemos pretender que no los afecte pero es entre mamá y yo. Nos… nos vamos a separar… (ocultando su cara tras sus manos) Mateíto me abrazó. Thiago miraba confundido un punto fijo en la pared, pues se lo veía venir. Stefano y Fabrizzio lloraban desconsolados sin entender demasiado. Él ya no vivía con nosotros hacía algunos meses y la decisión que le estaba comunicando a nuestros hijos, era inevitable. Lo suce