Mateo Le conté…. Le conté como pude y tratando de eliminar el llanto y la desesperación, lo que había ocurrido aquella tarde cuando salía feliz del gimnasio, listo para ir a la casa con mi mujer y mi hijo, y recibí la llamada de aquel número desconocido… - ¿Quién es? - ¿Estás disfrutando de mi mujer? - Javier, ¿qué quieres? - Hola, ¿no? fuimos amigos, ¿dónde quedó tu educación? - ¡No empieces con tus ironías y deja de referirte a MI mujer como si te perteneciera! - No voy a discutir contigo. Ella siempre será mi mujer (lo dejé hablar, no tenía caso discutir, estaba loco). Tengo una noticia para ti que te hará más feliz aun. - ¿Qué quieres? - Antes dime… ¿has disfrutado de tu hijo? Porque no tendrás otro… -