No había forma de escapar, él siempre estaba ahí. ¿Nunca se acabaría esa tortura? Siempre me encontraba, siempre… siempre alguien en quien confiaba me defraudaba. ¿Pero mi padre? ¡Dios mío! ¿Por qué la vida era así conmigo? Tenía tres meses… tres meses para pensar como salvar a mi hijo. Mi madre vino varias veces. Hasta entonces no lo había hecho para no delatarme, pero una vez fue descubierta por mi padre, ya no había problemas. - ¿Por qué? ¿Por qué, mamá? - Me obligó… - Me arruinó la vida… - Hija… (miró al suelo)… tu padre nunca estuvo enfermo… - ¿¿Qué?? (horrorizada)… - Él… (miró al suelo y comenzó a llorar)… él hizo un mal negocio. Entró en quiebra… nunca aceptó vivir sin sus millones y… y encontró en tu boda la única pos